Según la OMS, la salud es “un completo estado de bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad”.
Hoy en día, muchísimas personas conviven con estrés, dolores de cabeza, dolores musculares, digestiones difíciles, dolor menstrual, y un largo etcétera de síntomas que de alguna manera hemos acabado normalizando pero que poco a poco hacen que nuestra calidad de vida empeore y sigamos en el círculo de síntomas y rutinas poco beneficiosas.
Y es que en estos casos en realidad nuestro cuerpo y nuestra mente nos está enviando señales para que paremos a observarnos y nos demos cuenta de que algo no anda bien, aunque muchas veces resulta difícil saber qué es exactamente a lo que debemos prestar atención.
Es por eso que vamos a ir viendo uno a uno cuáles son los pilares básicos en nuestro día a día que pueden estar interfiriendo en nuestro bienestar:
Consejos para optimizar tu sueño y descanso
El sueño y el descanso son fundamentales para el buen funcionamiento del organismo. Es muy importante cuidar la higiene del sueño para asegurarnos de una calidad óptima en el descanso.
Además de dormir las horas suficientes, la calidad del sueño es muy importante. ¿Te ha pasado alguna vez que aunque hayas dormido muchas horas, te levantas cansado o con dolor de cabeza? Un sueño de calidad es el que define un descanso completo al haber aprovechado todas esas horas de sueño, del que nos levantamos con energía renovada.
Tanto el cuerpo como la mente, necesitan de este descanso.
Si bien es cierto que hay personas con problemas serios de insomnio que no son fáciles de resolver, y puede haber muchos factores implicados, en general podemos tener en cuenta algunos consejos que nos ayudarán a lograr una mejor calidad del sueño:
- Intenta respetar los horarios y rutinas de sueño cada día.
- Cena por lo menos dos horas antes de acostarte, para no irte a descansar mientras aún estás haciendo la digestión.
- Si es necesario, realiza una actividad que te ayude a relajarte antes de dormir (puede ser escuchar una canción relajante, leer etc.).
- Deja el móvil y evita las pantallas durante el rato previo a acostarte.
- Mantente activo durante el día y haz ejercicio físico todos los días, pero evítalo las 3 horas previas a acostarte.
- Cuidado con la cafeína, mejor no tomarla por la tarde.
- Evita siestas.
Beneficios de la actividad física para tu salud y bienestar
Volviendo a lo que nos dice la OMS, la actividad física regular mejora el estado muscular y cardiorespiratorio, mejora la salud ósea y funcional, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, reduce el riesgo de caídas y de fracturas vertebrales o de cadera y es fundamental para el equilibro energético y el control de peso.
Además, disminuye el estrés y la ansiedad, relaja el cuerpo y da sensación de satisfacción (esto a su vez mejora el sueño, como veíamos antes), mejora la autoconfianza y la autoestima y estabiliza nuestro estado de ánimo.
Por lo que… ¡No hay excusas! ¡Hay que moverse!
Es cierto que cada persona tenemos un estilo de vida y unas necesidades muy diferentes, por lo que deberemos de adaptar el ejercicio a nuestras circunstancias y necesidades personales. Pero será importante que encontremos alguna actividad que nos guste y así de esta manera la realizaremos con más ganas y sin ponernos excusas.
Lo más aconsejable sería consultar con un profesional del deporte que valore cuáles son tus necesidades; si tienes un trabajo sedentario y con mucha carga mental, por ejemplo, seguramente necesitarás más ejercicio de movimiento a diario equilibrando con algo de yoga que si por el contrario tienes un trabajo muy físico. En este último caso quizá necesites realizar paseos, natación u otro tipo de deporte. En cualquier caso, como te decía, te aconsejo que si no estás acostumbrado a hacer deporte y decides empezar, lo mejor será que lo consultes.
Gestión emocional y relaciones saludables: claves para tu bienestar
Este punto puede resultar el más complejo y el que menos presente solemos tener, pero es fundamental que las relaciones que construimos nos aporten bienestar y emociones positivas.
Trabajo, familia, amistades y actividades de ocio, son espacios que solemos compartir con los demás y que forman nuestro día a día. Somos seres sociales, necesitamos de la relación con las demás personas y muchas veces estas pueden resultar muy complejas. Además, no debemos de olvidarnos de la importancia de la relación que tenemos con nosotros/as mismos/as, de cómo nos hablamos, de si priorizamos, respetamos y gestionamos adecuadamente nuestras necesidades y emociones.
Junto con esto, habilidades como la empatía, asertividad, comunicación, respeto y saber poner límites adecuadamente serán fundamentales a la hora de establecer relaciones de calidad que nos nutran y nos aporten bienestar.
Estaría bien que prestásemos más atención a esta parte, y al igual que revisamos de vez en cuando nuestra salud física, que revisáramos y consultáramos con un profesional de la salud mental también.
Alimentación equilibrada para una salud óptima
De sobra sabemos que una dieta completa está compuesta por hidratos de carbono, proteínas, grasas saludables, vitaminas y minerales. Pero hemos de tener en cuenta que no nos alimentamos de nutrientes sino de alimentos, y que comer es mucho más que ingerir alimentos.
Una alimentación equilibrada es la que aporta a cada uno/a todos los alimentos necesarios para cubrir sus necesidades nutricionales, mantener la salud y prevenir enfermedades.
Cada persona tiene necesidades muy diferentes en función de su edad, sexo, talla, actividad física y estado de salud.
En este sentido, será importantísimo que le prestemos atención a nuestra dieta y en caso de que sea necesario, contemos con la ayuda de un dietista o nutricionista que nos ayude a analizar cuáles son los cambios que necesitamos.
¿Sueles tener en cuenta todos estos aspectos? ¿Te cuesta mucho tomar acción y cambiar de hábitos?
Edurne Ventana, educadora infantil y estudiante TSD @cambiemostusreglas