La lejía, que también llamamos cloro o lavandina, se usa como desinfectante y blanqueador, tanto en hogares como a nivel industrial. Todos hemos, en algún momento de nuestras vidas, usado lejía para la limpieza de la casa o de la ropa. Pero ¿conoces el impacto que tiene este producto sobre el medioambiente y tu salud? Te adelantamos la respuesta: no es tan sano como parece.
¿Qué es la lejía?
Antes de todo, veamos algunos datos sobre la lejía. Es un producto químico, el “hipoclorito de sodio” que está diluido en agua. Es muy eficaz para acabar con bacterias y otros virus, lo que explica su rango dentro de los productos de limpieza más vendidos en España. Y desde la pandemia, sus ventas han aumentado sin parar, ¡y en ciertos casos se duplicaron!
Riesgos para la salud
La exposición del cuerpo humano a químicos tiene consecuencias dañinas sobre la salud, y la lejía no es excepción. Sus efectos varían según la cantidad y frecuencia de uso, y si la exposición es activa o pasiva. Entre otras secuelas de la lejía sobre el cuerpo humano, podemos destacar las más comunes:
- Irritación de la piel y de los ojos – Con su fuerte poder oxidante, la lejía puede ser perjudicial para la piel y los ojos, causando irritaciones, quemaduras y enrojecimiento.
- Dolor de garganta y nariz – La exposición prolongada a los vapores de la lejía puede irritar las vías respiratorias y causar problemas, entre otros, broncoespasmo.
- Infecciones respiratorias – Un estudio del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) ha mostrado que una exposición pasiva a la lejía durante la niñez se puede vincular con infecciones respiratorias más frecuentes. Además, cuando la lejía se mezcla con otros químicos más ácidos, se forman vapores muy peligrosos que ponen en riesgo la calidad del aire en el hogar y pueden provocar enfermedades como la neumonitis. Aunque esta combinación no se haga de forma voluntaria, ocurre a menudo en los hogares, ya que pasamos distintos detergentes en una misma superficie, o simplemente usando ambientadores.
Asimismo, aconsejamos siempre extremar las precauciones con las personas más vulnerables (por edad o condición física), que son más propensas a sufrir las consecuencias del uso de lejía en casa.
El impacto ambiental de la lejía
Como si no fuera suficiente, el uso de lejía en casa también tiene efectos dañinos sobre el medioambiente. El hipoclorito no es biodegradable y oxida todas las materias orgánicas que toca. De hecho, cuando se libera en aguas residuales, puede matar microorganismos necesarios a la vida marina y aumenta el efecto de eutrofización. Es un fenómeno que impulsa el crecimiento excesivo de algas y agota el oxígeno en el agua, causando daños extremos a los ecosistemas acuáticos.
Al liberarse en la naturaleza y ser absorbido por la tierra, causa daños a la fauna y flora terrestre. Además de los daños acuáticos y terrestres, los residuos de lejía, al evaporarse, se encuentran en la atmósfera. Allí se mezclan con otros componentes que están en el aire y se crean gases de efecto invernadero, que contribuyen al calentamiento global.
Entonces, ¿Qué alternativas tengo?
Tenemos una buena noticia: hay muchas alternativas naturales para tener una casa limpia y más segura para nuestra salud. Según lo que deseas hacer o limpiar, encontrarás alternativas muy eficaces:
- El bicarbonato sódico – Es una opción maravillosa para eliminar olores (nevera, tablas de cortar de madera, basura…). Su textura suavemente abrasiva lo hace un aliado para limpiar ollas, sartenes y el fregadero. Tiene muchos más usos que puedes descubrir en el artículo sobre el Bicarbonato Sódico en el hogar.
- El ácido cítrico – Es un ácido natural que hace maravillas a lo hora de limpiar superficies de cromo, acero inoxidable, cerámica o plástico. Échale un ojo a nuestro artículo sobre el ácido cítrico para anotar recetas de limpiador multiusos y gel limpiador de WC.
- El percarbonato sódico – Es la perla que necesitas para desinfectar, desmanchar, limpiar y blanquear tanto la ropa como las superficies, o las juntas de los azulejos. El limpiador “de toda la vida” que usaban nuestras abuelas para lavar la ropa clara. Tiene aún mejores resultados cuando dejas secar tu ropa en pleno sol.
Lo habrás entendido, la lejía, si bien es muy eficiente, tiene unos contras que no se pueden desestimar a la hora de hacerla entrar a nuestro hogar. Aconsejamos, cuando sea posible, que elijas opciones más respetuosas de la salud y del medioambiente. El solo hecho de reemplazar parte de sus usos por alternativas más naturales permite amenizar su efecto dañino. Lee nuestro artículo sobre las alternativas naturales a productos de limpieza comunes para ayudarte en tu camino hacia una limpieza del hogar más ecoresponsable.